|
|
|
|
|
Pensadero
| |
Escrito por: sword_of_dark |
| |
|
La Jorobada Notre Dame
Casi como un rebelde, la catedral de Notre Dame aparece separada del resto de la ciudad de París, Francia. Quizás celosa de sus hermanos monumentos, se esconde en la Isla de Cité, donde se deja rodear por el río Sena y los barcos y botes que navegan esas aguas.
Estratégicamente ubicado, la catedral tiene varios elementos que le dan ventajas competitivas frente a los otros puntos de la ciudad. Se siente orgullosa de ser el foco de atención y de obligar al público a abandonar esas tierras llenas de museos, iglesias y torres para conocer la historia de Notre Dame.
Tiene la forma de una pieza de Lego para jugar, y un estilo gótico que te llevan a la época de 1345, cuando se terminaba de construir. Así Notre Dame se burla de las tradicionales Sacre Coeur, Sainte Chapelle y Sainte Germain des Prés, iglesias distribuidas por toda la ciudad. Su inmenso interior, decorado con luces que parecen cándidas velas, y los vitrales que adornan las paredes, son apenas algunos de los elementos que hacen especial a Notre Dame.
El ascenso hacia la cima de la catedral también tiene su emoción. Antes de llegar al punto más alto, un angosto pasadizo al aire libre hace sentir el vértigo que ni la Torre Eiffel logra ofrecer. Un fino enrejado de dudosa seguridad separa al caminante del abismo durante ese recorrido. Es de valientes parar a sacar una fotografía o ponerse a apreciar el paisaje. Pero son esos valientes los que descubren el doble encanto de Notre Dame. Por un lado se les revela que la catedral está atenta, observando a todos sus contrincantes. Por el otro, pueden observar que en realidad son todos una familia, que se quieren y que tanto Notre Dame como el resto los edificios de la ciudad encienden sus luces a la vez cuando el sol se va. No les gusta estar solos.
La cima. Las campanas. El visitante se siente un jorobado y busca la cuerda para hacerlas sonar y de esa manera sentirse parte de un cuento de Disney. Atrás quedó ese lugar rom‡ntico a donde el pœblico iba a suicidarse. Sin embargo, las historias allí no son solo anécdotas, porque el turista visita Notre Dame para sonar esa mítica campana, y despertar así a las gárgolas que protegen en forma de estatuas a toda la catedral.
|
| |
|
|
|
|
|